“It’s a scary thing how the people closest to you can become a strangers.”
Durante mucho tiempo fuiste una de las personas más importante de mi vida, era capaz de anteponerte a mis parejas en muchos casos, pero tu suponías ese bastión donde refugiarme cuando las cosas iban mal, eras mi refugio seguro, quien siempre estaba ahí, el hombro donde podía llorar, pero eso se acabó, no me voy a meter en buscar un porqué o por quién, simplemente lo hizo.
Pero pese a todo esa parte de mi corazón sigue siendo tuya, tata, cada una de nuestras canciones de Linkin Park me recordaran a ti, cada vez que oiga o vea unos guantes de calaveras recordare ese primer día en que nos conocimos y aquellas palabras que dijo tu madre. Hemos pasado muchos años juntos y no sé a ti, pero a mi estos 7 meses se me han hecho muy largos, aunque me niegue a admitirlo, aunque no vaya a pedir disculpas ni a intentar arreglarlo, te echo de menos una barbaridad. Me puedo tragar mis sueños, pero no mi orgullo, no esta vez.
Es triste que ahora seamos extraños, cuando antes éramos uña y carne, tan triste que hay noches que ni yo me lo creo, que golpeo a mi orgullo intentando acallarlo, dejarlo inconsciente si hace falta, para acabar con un sufrimiento estúpido, pero lo más que consigo es esto, esta carta auto depresiva que no te enviare en ningún momento.
Noa, cariño, espero que la vida te esté tratando todo lo bien que pueda, de todo corazón. Te deseo lo mejor y que la diosa Fortuna te sonría.
Y lo siento, lo siento tantísimo que esto sea así, pero no hay otro camino.