Lapiz. Papeles. Goma.
Mi mesa atesora el objeto de mi satisfaccion y mi frustracion.
My draw. Your draw.
Satisfecho veo que el dibujo es mejor que los anteriores, es mas detallado, pero sigue siendo sencillo.
Frustrado contemplo mi inutilidad para realizar trazos que den forma a un pelo decente, un pelo que sea ligeramente real, y me peleo con las sombras de manera furiosa.
La frustracion es doble al darme cuenta de que la alegria por ser capaz de reconocer tu rostro en esta especie de retrato no es ni por asomo la posibilidad de ser capaz de atrapar tus rasgos.
Y alcanza a ser triple (vaya, como los silencios de "The Kingkiller Chronicles" ) cuando me doy cuenta de que me falta el valor para encararte y decirte lo que se me pasa por la cabeza. En cambio me repito escusas baratas y trato de acercarme de manera cobarde usando a terceros. O mejor dicho, trato de que me acerquen a ti, con ganas de salir corriendo a cada vez.
Mientras tanto your draw aun permanece sobre la mesa y mi mente se debate con mi brazo y con los materiales para intentar lo imposible para el grupo, captar esas tres cosas, una por cada nivel de frustracion, con las que mas me martiriza mi mente antojadiza.
Pelo. Ojos. Sonrisa.