24 may 2011

The Forest...

Cuando elegí ese camino parecia el más sencillo y el paisaje a lo lejos parecia agradable.
Ahora, con varios meses de camino recorrido, me percato de que la elección no fue la correcta.
La marcha que he hecho ha sido más complicada de lo que me podía esperar y aunque los momentos de alegría fueron numerosos al principio al final han ido desapareciendo.
Estoy al final de un pequeño camino, tortuoso y arduo, y en el horizonte contemplo la basta extension de hermosos arboles de tronco delgado.
Ese era mi objetivo, pero una gran valla se interpone en mi camino y pese a que no me gusta la idea de renunciar tras tanto trecho andado y cuando tan cerca se encuentra la verdosa extension, creo que he de hacerlo.
-Mi Señor - mi cordial compañero de viaje interrumpe mis cavilaciones -. Tengo la impresión de que es el propio bosque el que no desea que te acerques mas. Llevo ya varias jornadas con la extraña sensación de que, por mas que continuaramos caminando hacia el frente, no haciamos mas que retroceder o continuar a la misma distancia, pero en ningun caso avanzar.
Recorro mi alrededor con la vista.
Un camino parte cerca de nuestra posición hacia lo lejos, sin una dirección concreta. Posiblemente cruze con alguno de los senderos que en mi estupidez y obcecación rechacé de pleno por caminar hacía aquella bella imagen que la tierra ponía ante mi.
-¿Crees que nos irá mejor si cambiamos de camino? ¿Si trato de olvidar ese paisaje y continuamos por ese otro sendero? - le pregunto, confiando plenamente en sus palabras, siempre mas sensatas que las mias. La edad le ha hecho más sabio de lo que nunca llegare a ser.
Su mirada se nubla y sus palabras se tornan melancolicas, pero sin dejar de ser elocuentes y sabias.
-No trates de olvidarlo, no podras hacerlo por más que lo desees. Ha pasado a formar parte de ti sin que te des cuenta y ya no hay marcha atras. Guardala en tu memoria y tenla siempre a tu lado, la alegría que te ha proporcionado su visión te ha hecho superar obstaculos ante los que en otro momento hubieras sucumbido. Pero sí, el camino ha de cambiar o tu permaneceras atrapado en un camino a ninguna parte.
Asiento con la cabeza y miro más allá de la valla, reconociendo en mi mente que jamas podré olvidar ese color que puebla las copas de los arboles, ni quizas la forma de ellos.
-Ten cuidado si en algún momento el bosque te llama, puede tratarse de un simple juego que te convendría ignorar... O puede ser la unica oportunidad que tengas de llegar hasta él.
Esas palabras permanecerán ancladas en mi mente, estoy seguro de ello mientras comienzo mi caminar sobre mi nuevo sendero, deseoso de saber a donde llevará.
Y preguntandome si ese bosque de color verde me llamará en algún momento del futuro. Y cual será su intención si lo hace...