15 abr 2011

"Los Ojos Verdes"

El agua corre entre las calles, los tejadillos sirven de proteccion a la gente que, incauta, ha salido esta tarde a pasear.
Personas corriendo de un lado a otro, cruzando las calles con prisa.
Carruajes circulando por el empedrado mojado, las pezuñas de los caballos suenan amortiguadas contra el suelo.
El cielo esta completamente cubierto, se podria pensar que es de noche, pese a que aun faltan mas de tres horas para ello, y el viento sopla, helado.
El agua gotea desde los tejados constantemente, salpicando al chocar contra los charcos que han tenido lugar entre los adoquines.
Mientras una figura se encuentra acuclillada en el borde de uno de los tejados mas bajos, el de un edificio de un unico piso. Se encuentra descalzo y lleva puesta una ropa negra y comoda.
Tiene capucha, pero no la lleva puesta. Reposa sobre su espalda mientras su cabello largo cae sobre los hombros. Podria ser moreno o castaño, pero al estar mojado no se puede diferenciar.
El pelo le cubre los rasgos faciales, protegiendolo de la escasa luz que llega, y solo permite que se le vea un unico ojo.
Un simple ojo castaño, sin marcas, sin nada señalable ni identificable, es un ojo normal y corriente.
Se sujetaba al borde del tejado con una mano, mientras la derecha, vendada, se movia contantemente, con un ritmo constante pero sin repetirse.
Miraba hacia la calle, con ese unico ojo libre, por donde estaba pasando una figura mas.
Delgada, muy delgada, altura media. Con un vestido sencillo de color verde. Caminaba a paso rapido acompañada por un señor bien vestido. Para protegerse de la lluvia el hombre portaba un paraguas negro de gran tamaño.
Al instante la figura del tejado se removio, a punto estuvo de saltar al suelo y caer a pocos pasos de la pareja. Pero permanecio en el sitio, en posicion de salto pero sin hacerlo.
Desconocia la identidad del acompañante, posiblemente seria uno distinto de los anteriores, dada la promiscuidad de la bella dama, y tambien desconocia su apariencia a excepcion de los datos mas generales, los datos que tenia la gran mayoria de ellos...
Pero lo que si conocia y dudaba que en algun momento se le olvidasen, eran la identidad de la señorita y, sobretodo, sus rasgos...
En especial esos malditos ojos, "Los Ojos Verdes", como el relato de Becquer.